Un grupo de norteamericanos y un grupo de europeos se encontraron días atrás en el Cementerio de la Recoleta. Los dos grupos habían ido a conocer la tumba de Evita.
Al volver a sus hoteles, los europeos contaban que habían ido a conocer la tumba de la mujer del presidente Juan Perón. Los americanos, en cambio, contaron que fueron a ver la tumba del personaje que hizo Madonna.
Ser sacerdote en Argentina es riesgoso por estos días. Aunque uno no sea religioso.
Varias semanas atrás cayó un obispo, acusado de abusar de seminaristas. Hace tres semanas voltearon al Padre Grassi por voltear pendejos. En realidad, lo entregaron al mejor estilo de la mafia siciliana, después de protagonizar una pelea mediática con Susana Giménez y su corchito: nunca le perdonaron lo del Sheraton.
Hoy conocimos la caída en desgracia de otro. Este es Sacerdote con mayúsculas porque es su apellido. Su nombre es Manuel, y es presidente del Bank Boston. El y otras 16 personas se dedicaban a guardarse la platita de los ahorristas. Mientras fugaban del país la propia y la de sus socios.
En el medio de tantos fallos aberrantes de la Justicia, este procesamiento es como una bocanada de aire para los que vivimos en el centro. Aunque sospechamos, con fundamento, que difícilmente algún sacerdote (o Sacerdote) de estos termine preso finalmente.
12:27 AM
Sunday, November 03, 2002
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Haru Matsuri
Estuve en el Jardín Japonés recorriendo stands de artesanías y comidas.
Había exposiciones de bonsai, ikebana, shodo, origami, urushi y tougei.
Visité carpas de comidas, exhibiciones de Aikido y Iaido.
Conocí el arte de vestir kimonos y cómo se escribe mi nombre en japonés.
Escuché folklore de Okinawa (Ryukyu Sapucai) y rock nikeijin (Luis XV).